Volvemos a las andadas

Detonantes!

Cuatro meses desde mi última recaída...
Habré aprendido mucho de algunas cosas pero sigo suspendiendo las mismas asignaturas

Mi vida emocional se rige por la presencia o ausencia de detonantes, si no hay detonantes estoy de puta madre, la alegría y las ganas de vivir me rezuman por los poros, pero si hay detonantes todo se me viene abajo, no siento aprecio por nada, por nadie, incluso ni por mi vida... es una sensación amarga que de vez en cuando aflora y lo único que puedo hacer es seguir adelante, tal vez una mañana después de dormir poco despiertes y estés otra vez de humor, para por lo menos levantarte de la cama y empezar un nuevo día y ver todo de forma diferente (por eso siempre llevo la cámara encima, cada día veo algo nuevo en la misma realidad).

Odio sentirme así, y por lo que veo, tarde o temprano el sentimiento volverá aflorar, lo único que cambiará de la vez anterior a la siguiente es que habré aprendido un nuevo truco para superar la crisis, pero nada más, esto se seguirá repitiendo una y otra vez a lo largo de mi vida, es el precio a pagar por no sé qué. Como dijo Juan Palomo...

Mala racha este puente... no sé si me lo notasteis o no, pero el sábado ya fui tocado al local, por eso bajé al Almirante, a ver si el hablar un poco me cambiaba el estado de ánimo, pero nada, todo igual. Supongo que por la presión de tener exámenes a la vuelta de la esquina, en estas fechas suelo estár más sensible, como que todo aflora con más facilidad. Esta vez el detonante lo encontré en el fotolog, si miráis un poco lo pillaréis, no quiero contaros el motivo. Lo curioso es eso, de la noche a la mañana en cuestión de dos-tres días he pasado de ser el puto amo, de ser el típico tío que se come el mundo, confiado en sí mismo, optimista... (sino mirad cómo estaba en el programa de Más Madera) a ser un despojo, un tirado, un tío que con un soplido está en el suelo. No sé porqué tanto cambio de humor, porqué soy siempre tan extremista, tan polar, o todo o nada. Si es que cuando no siento nada me siento mal y cuando siento mucho me siento peor... no alcanzo el equilibrio!

Para colmo, en estos casos de bajón, que supongo no es exclusividad mía, la gente se aferra a algo, tiene una brújula que le indica cuando se ha perdido, no importa qué camino coja, la dirección que siga será la correcta. Pero no, no tengo una dirección, no tengo un norte, ni el "caminandohaciaelnobel" me sirve... no quiero vivir por conseguir algo, por hacer algo, porque cuando lo consiga qué, busco otra cosa? tal vez!, pero eso lo veo más bien un apaño. Vivir por alguien tampoco, porque cuando estés con esa persona todo habrá acabado. Estamos en una edad donde es difícil fijarse un camino, donde estamos perdidos ante un océano que parece no tener fin y ser completamente isótropo. Ahora mi motivación no es una dirección concreta, sino huir de una dirección, de un lugar, de una situación, y mientras en el primer caso converges a un punto, en el segundo diverges y diverges, sin llegar nunca a ningún sitio. Busco el motivo, la razón de vivir, ya no es cuestión de echarle ganas y levantarse y hacer cosas, eso, no nos engañemos, no es vivir, es sobrevivir, y así sobrevivimos muchos, demasiados. Me falta confianza para apoyarme en mí mismo, siempre vuelvo a caer, y aunque me vuelva a levantar, siempre vuelvo a caer...

Así seguiré, intentando salir a flote para volver a sumergirme. Es inevitable, las piedras siempre se hunden en el agua.


I need a reason!