martes, 2 de enero de 2007

Sobre los cofres

Ayer leí una cosilla en el blog de una amiga, y la verdad que en un primer momento no entendí nada, no sabía a que se refería, pensaba que era una paranoia, pero cuando lo he entendido, algo me ha estrangulado el pecho, hacía mucho que no tenía esa sensación, y los recuerdos me han venido a la mente, buenos y malos, grandes y pequeños, grises o de colores. Yo también había pasado por esa situación, aquello me resultaba familiar, sin embargo no atinaba a decirla nada coherente y que le fuera de alguna utilidad. Decidí irme a la cama y pelearme con la almohada para ver si sacaba algo en claro, una cosa me llevó a otra, así hasta que por fin encontré algo que realmente merece la pena contar: es sobre los cofres y qué hacer con ellos.

Los cofres son esos baúles donde guardamos nuestros tesoros: sentimientos, emociones, momentos, todo lo que nos ha marcado, tanto cosas buenas como malas. Todos tenemos, hemos tenido y tendremos cofres, algunos los guardaremos durante toda la vida, echándolos un vistazo de vez en cuando y volviéndolos a esconder hasta que los necesitemos de nuevo, otros permanecerán ocultos hasta que un día sin saber porqué salgan a la luz destapando todo su contenido, los menos afortunados serán perseguidos hasta su completo olvido, dejando un sitio libre para guardar otros cofres.

Cuando uno de esos cofres se abre por sorpresa, nos surge la duda de qué hacer con él, lo tiramos o nos lo quedamos, algunas veces la decisión es muy fácil, sin embargo otras veces la decisión se convierte en un auténtico calvario que aparentemente no tiene solución.

El consejo que le he dado a esta chica y que os voy a dar a vosotros es el siguiente: Siempre que tengais que tomar una decisión pensad en vosotros mismos, no es egoismo, es que si no pensamos en nosotros quien va a hacerlo?, nadie! Tenemos que buscar siempre aquello que más nos conviene, lo mejor para nosotros, pero elegir qué es lo mejor es el problema más duro que podamos afrontar, sin embargo este problema tiene solución: pensad con la cabeza y con el corazón, y ved qué argumentos da cada uno, el que tenga los argumentos más contundentes será a quien tengamos que hacer caso. Elijamos lo que elijamos siempre nos va a doler, pero si aceptamos la elección correcta, el dolor desaparecerá. En el caso de que los argumentos sean igual de buenos tengo un truco, nos lo jugamos a cara o cruz, cuando salga el resultado veremos si realmente lo aceptamos o por el contrario renegamos de él. Si renegamos es que realmente queremos la otra opción!

Espero haber aportado mi granito de arena a esa montaña que son los sentimientos, y que alguna vez nos a tocado subirla.

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