lunes, 8 de enero de 2007

Sobre los vecinos

El mayor precio a pagar por vivir en "sociedad" es de el tener que soportar a los vecinos. Existe una tipología realmente rica, veamos algunos casos patológicos:


  1. Los que ponen la música a tope: son gente que pasan de todo y que disfrutan escuchando música en el umbral de audición humano. Los hay madrugadores, noctámbulos y los que más me joden, siesteros, señores, la hora de la siesta es sagrada, al menos en este país.

  2. Los que ponen la tele a tope: me resultan realmente repugnantes cuando ven programas estilo "Salsa Rosa", "Dónde estás corazón" y demás mierdas. Incluimos en este grupo a los cinéfilos empedernidos con sonido Dolby 5.1 y que se ponen a ver pelis míticas del oeste a las mil de la madrugada.

  3. Los que mueven muebles: si ya de por sí mover un mueble arrastrándolo por el suelo es desagradable imagínate oirlo a las 5:00, sí sí, a las 5:00, no sé qué coños hacen a esas horas moviendo un armario pero tengo amigos que también lo han vivido. Aunque no los veamos están ahí fuera!

  4. Los que mueven camas: si bien es cierto que podrían pertenecer al grupo anterior, son completamente diferentes. Me refiero a los folladores natos, a esos destroza paredes con el cabecero de la cama! Qué ritmo, qué brío, qué impetu. Siempre he querido que me tocara un vecino como este, por el morbo y erotismo de la situación, aunque testigos de primera mano afirman que resulta insoportable y que acabas de los nervios.

  5. Los que andan en bolas: me incluyo en este grupo. Lo sé, soy un pervertido, pero tiene una sencilla justificación: la bombona de butano siempre está cerrada! y te toca salir de la ducha con prisa porque llegas tarde y la verdad es que pasas de ponerte nada, incluso ni la mano. En otro extremo encontramos a los "autagonistofílicos". Este término sacado de una fuente de importancia como es la revista FHM, define a aquellas personas que fuerzan situaciones para que el resto de los mortales los vean en bolas, como puede ser pasar detrás de unas cortinas en bolas, colgar la ropa en bolas o hacer autodefinidos con una toalla estratégicamente colocada para enseñar las pelotas de forma forzada pero natural (Celorio, qué recuerdos...!)

  6. Los que hablan con el móvil en el patio de luces: realmente pienso que el salir al patio de luces por la cobertura es la escusa fácil para que los vecinos se enteren de que eres del Madrid cuando casualmente ha ganado la copa el día anterior, de que follas con 1000 tías todos los días o de que sencillamente quieres mucho a tu madre. De este grupo odio especialmente a los extranjeros y no porque sea racista sino porque le chillan al móvil! Comprendo que tengan su familia en la otra punta del globo, pero... "un poquito de por favor".
  7. Los que espían: este tipo de vecino es bastante común, sobre todo entre el colectivo de mayores de 60. Su única ocupación es mirar qué hacen el resto de los vecinos, asomarse a sus vidas pues las suyas no tienen el mayor interés. También suelen ver "Salsa Rosa" y demás programas deleznables: la vida de los famosos es mucho más importante incluso que la de los vecinos! Personalmente conozco a la vecina del primero de la casa de enfrente. Pasa 25 horas al día dando pan a las palomas y mirando quien entra, sale, pasa por mi portal. Mi abuela se habla con ella... jajaja, dios les crea y ellos se juntan!
  8. Los broncas: son muy molestos sobre todo cuando la bronca tiene lugar de madrugada. Cualquier tema de discusión es bueno: que si llegas borracho/a, que mira qué horas son estas de venir, que te largues de casa que ya eres mayorcito, qué cojones quieres ahora...(esta lindeza se la dedican a Susa todas las noches).
  9. Los bebes llorones: sus padres suelen ser primerizos, inexpertos en la difícil tarea de criar adecuadamente a un hijo, aunque este sólo sea un bebé. Es curioso, sólo se oye al bebé, ni mu de los padres, ni una nana, ni un "qué te pasa", ni un "te toca a ti"...
  10. Los críos corretones: reconozco que correr por un pasillo es la experiencia más divertida que puedes vivir cuando eres un nano, pero... quítate esos zuecos! Que pidan a los reyes unos calcetines antideslizantes, yo incluso me estoy planteando comprarme unos a mis 22 añazos!

Y para terminar os hablaré de mi vecina de 90 años y que lleva 5 años llorando desde que se levanta porque tiene miedo a morir, joder! Yo firmaría ahora mismo 85 años! La vieja duerme en la habitación contigua a la mía, pared con pared, y como el arquitecto era un cabrón, son de papel de fumar, así que oigo todo lo que ocurre al lado. Tiene dos hijas a las cuales las hace la vida imposible: continuamente pide agua, que la cambien de sitio, que la acuesten en la cama, que la levanten, que la lleven al baño... un auténtico calvario. Una hija es matrona así que imaginen venir de un hospital hasta los huevos de todo y tener que aguantar a la vieja. La otra hija vive en Madrid y cuando son vacaciones viene a relevar a su hermana que seguramente se largue a que se la follen un poco. Realmente lo necesita. Pues bien, la hija de Madrid aguanta complaciente dos días, el resto son todo voces y gritos, para mi que de pequeña no se sintió querida y ahora lo paga con ella. Si a esto le sumamos un puto perro patada (un pomerania) que está continuamente ladrando por nada, Vietman era un auténtico paraiso!



La vieja no tiene la culpa de que no se quieran gastar un duro en meterla en una residencia, así que la compadezco, sin embargo también la admiro por el ingenio que tiene a su edad. La pobre señora pesa 40 kilos, no puede moverse por sí misma y su voz apenas es un susurro, así que tiene una campanita que la hace sonar cual servicio de habitaciones. Un día a las 4:30 de la mañana se puso a tocar la campana, pero nadie la atendia, así que la agitó con más fuerza pero la campana se le cayó al suelo... en aquel momento una sonrisa afloró en mi cara, qué tranquilidad, por fín podía dormir! Pero al minuto empecé a oir golpes, golpes contra mi pared... resultaba que la mujer, que ya no tenía la campana, estaba abriendo y cerrando un cajón para hacer ruido! Ya no sabía si reir o llorar, realmente ingeniosa!


Es por este último detalle por el que guardo cierto afecto hacia ella. Estoy seguro de que cuando marche a Madrid a estudiar la especialidad, ella abandonará para siempre la habitación de al lado dejando un solitario silencio en mi cuarto. Creo que la echaré de menos...


Siempre quedará este documento para rendirla homenaje. Por Susa!

5 comentarios:

Ocoloco dijo...

Es más listo el demonio por viejo que por demonio. De que me sirve tanta universidad ni tanta leche, cuando yo pensaba que la mujer se iba a liar a gritos cuando tiene un cajón ahí a mano para llamar la atención.

Anónimo dijo...

Luego esta el otro tipo de vecino, que es el que se encarga de estudiar meticulosamente al resto de su vecindario... jeje.
Muy fiable la fuente de la FHM, cantidad de paranoias que puede llegar a tener la gente, destancando la bolsita del te...

Frogmen dijo...

Llevais toda la razón!

Actualizo la lista con tu aportación Iruka Sensei

Anónimo dijo...

El tío que vive al otro lado de la pared de mi cuarto creo que se amolda bastante bien a unos cuantos tipos de vecino.

Habla horas y horas por teléfono en un tono desproporcinado,de manera que incluso podemos saber a qué hora y donde ha quedado ese día o cosas por el estilo...
A esto le podemos añadir el hecho de que escucha la tele a unos volúmenes desproporcionados a horas intempestivas y con programación de lo más variopinta,como por ejemplo los serrano,OT,salsa rosa,películas porno...estas últimas se llevan la palma,le da lo mismo sabado a las 2 de la mañana que martes a las 5 de la mañana también;pero este tío qué hace en la vida!estudia?trabaja?se toca la barriga a diario...?


Celorio...jajajaja!

Frogmen dijo...

Yo creo que todo indica una sordera crónica y una buena pensión.

Ay, Celorio...