Sobre los profesores

Más de media vida la he pasado delante de un profesor y alguno me ha marcado más que otros. Voy a hacer un breve repaso de aquellos profesores que en cierta medida han influido en mi forma de ser o de pensar, por orden cronológico:

• Mi profesora de la guardería: no recuerdo mucho de aquella época, así que no sé si me aportó o no. Yo creo que sí, porque me encontraba agusto con ella.
• Maricarmen Jular: lo que más me marcó de esta mujer fue mi primer día de clase en el cole. No estaban seguros mis padres de que me dejaran estudiar o no en las teresianas, así que no tenía casi ningún libro. La señora pasó revista y a los que nos faltaba algún libro nos castigó de pie, todos tenían todos los libros excepto yo y si no me falla la memoria, Susana. Qué culpa teníamos nosotros de no tener los libros?! Ninguna. Aquello lo recordaré como lo más injusto que he podido ver en un aula.
• Maricarmen García: recuerdo que fue en esta época cuando Alfonso me aficionó a la papiroflexia y a hacer aviones de papel.
• Maricarmen Paniagua: de todas las maricármenes del colegio, que no eran pocas, es de la que guardo mejor recuerdo. No sé porqué pero me sentía muy agusto con ella, su forma de ser, de tratarnos, me resultaba muy cercana.
• Elvira: no creo que mi cariño hacia la física venga por ella, pero sí pensaba que sabía mucho, y que se preocupaba por sus alumnos, de lo cual me desengañé en selectividad. La pregunté cómo se hacía un problema de la Complutense, lo había estado pensando y no daba con la respuesta. Me soltó un rollo macabeo que aunque tenía sentido físico, no daba ninguna solución concreta al problema. Al verme preocupado, en lugar de currárselo y mirar cómo se podría hacer, buscó la solución más fácil: "tranquilo, eso seguro que no cae en examen". Y cayó! Puse la respuesta que me dio y me contó 0.5 puntos de los 2.5 que valía el problema, así que saqué un 8. Me jodió tanto aquello que desde entonces he bajado a los profesores del pedestal donde los había colocado, y los he bajado a donde tienen que estar, a la misma altura del resto de los mortales. Desde aquel momento, si veo que tengo razón, o que el profesor de turno no la tiene, ya me podrá decir misa, que no me va a convencer. Creo que este escepciticismo será lo que me haga llegar lejos en el "mundo" de la física, así que en cierto modo la debo las gracias...
• Mafias: el tío controlaba mucho de la materia, lo cual valoro mucho de un profesor. Hay muchos que no tienen ni guarra y se las dan de listillos, putos engreídos! Lo que no me gustó nada era ese carácter que tenía tan, tan... lo resumo en una frase: "Váyase fuera a hacerse sus pajas mentales". En el fondo era majo, pero haber quien le aguantaba los días de resaca... jajaja. Gracias a él consigo parar en seco la típica risa que te da en clase y que nadie puede contener.
• Mar: pese al cachondeo que teníamos cuando nos dio física a las dos clases juntas (4º ESO?), llegué a respetarla y ha tenerla mucho afecto cuando fue nuestra tutora. Realmente ha sido de las pocas profesoras que tenía realmente un buen fondo y lo ha sabido expresar. Recuerdo especialmente una tutoría que tuvimos para hablar sobre la carrera que queríamos hacer, hablamos de muchas cosas, pero me dijo algo que nunca he olvidado y que tristemente es cierto.
• Baladrón: en la facultad he visto profesores de todo tipo, pero en general dan la talla y algunos con creces. Este tío, le ves por la calle y nunca dirías que es físico. Aparte del estilo tan peculiar que tiene, peculiar pero sencillo, me gusta porque es un tio que aporta, que vale. Un detalle que me gustó mucho fue este: estábamos haciendo un problema de cómo hacer una mira telescópica para un fusil, y cuando acabó nos habló de la responsabilidad que teníamos como científicos sobre el devenir de la humanidad, y nos dio una reseña a un artículo que todavía no he leído, pero que espero traducir y colgar: Physics Today, Nov 2004 Sobre la ética científica.
• López: es mi profesor de cuántica. Tenemos varios profesores de cuántica a lo largo del curso, pero todos tienen la hostia de pelo! es impresionante. A ver si haciendo esta especialidad recupero un poco del mío perdido... El tío habla muy deprisa, pero se le entiende a la perfección y controla mogollón del tema, pero le tengo simpatía por una anécdota que nos contó sobre su hija pequeña. Nos hablaba de lo complicado que le resultaba a algunas personas entender la física cuántica por lo poco intuitiva que es, y que lo intuitivo lo teníamos asimilado desde que somos bebés. Resulta que, como a mí, le resultaba curioso observar el cómo aprenden las cosas los niños pequeños. Su hija, de bebé, para pedir las cosas hacía un gesto con la mano de "trae" señalando el objeto que quería. El tío se fijó que la niña hacía los mismos gestos hacia las cosas que tiraba fuera de la cuna, para que le volvieran a la mano, pero claro está, no consiguió nada. Así estuvo varios días hasta que su "coco" asimiló cómo era la realidad. Desde ese momento sabía que las cosas caen, pero no vuelven. Me gustó mucho la historia y la forma cómo nos la contó, se le veía todo un padrazo. Un buen tipo.

A todos los profesores, les debemos algo, a unos más y a otros menos, pero todos han aportado su granito de arena. Sin embargo, aprovecho para decir que odio que algunos den su opinión sobre temas que nadie les ha preguntado, creándote una especie de prejuicio, cuando lo que tendrían que hacer es educarnos para que seamos capaces de crear nuestros propios juicios de valor de forma objetiva.

A todos los profesores que me han visto y me verán, les doy las gracias de todo corazón, sin ellos no sería quien soy/seré.

P.D. Pero por qué he hablado hoy de los profesores?, pues porque con estos primeros exámenes me tengo de despedir de Baladrón. En este segundo cuatrimeste me coincide a su hora, la clase de mecánica de 2º, a la que si no voy no me aprueban... Esto me ha echo pensar sobre lo mucho que he de sacrificar por alcanzar mi meta, y sobre si podría renunciar, llegado el momento, a estar con la chica a la que amo. No sé. Por más que lo pienso, siempre llego a la misma conclusión, a aquello que me dijo Mar, que uno de los dos tendría que renunciar a su vida por compartirla con el otro. No creo que pudiera renunciar a mi vida por la de otra persona, porque si lo hago seré desgraciado por lo que he dejado y la haré desgraciada por echarla en cara lo que he dejado por ella. Sé que renuncio a una cosa por otra igual o más valiosa, sé que tampoco es necesario renunciar a nada, que se pueden compaginar ambas vidas, pero es tan difícil que ocurra, que todo salga bien, que doy esta posibilidad por imposible. Quizá pueda parecer una actitud un poco infantil, quizá, pero es lo que pienso en este momento. Ojalá el tiempo me diga que estoy equivocado, pero sé que mi vida difícilmente podré compartirla con alguien.